La primera
vez que manejé un auto tenía 9 años.
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Diciembre 2007 |
1997. Todo
pasó un sábado en el club en el cual algunos de los chicos nos quedábamos a
dormir usualmente. Ese día había ido el Topo, un amigo de papá que no veía casi
nunca, del que solo recordaba sus buenos autos.
Sin ser la excepción, esta vez había concurrido
en un Volvo rojo oscuro. Después de pasar todo el día echándole una mirada cada
tanto, llegó la noche y era la hora de volver a Capital de los que no se
quedaban a dormir.
Con el único fin
de ver el auto hacer marcha atrás y girar en U para luego desaparecer al cruzar
la tranquera, fui y me acerqué a los escalones de la entrada. Fue entonces,
cuando estábamos despidiéndonos que el Topo preguntó por mi edad y si no quería
manejar su auto. Acostumbrado a manejar siempre a las faldas de alguien, intenté
saltarle encima por lo que me detuvo con un “pará, ¿qué hacés?”. Me había
frenado porque él se iba a pasar del lado del acompañante y el que iba a tomar
el volante junto a los pedales era yo. Me senté del lado del conductor y fui
siguiendo cada uno de los pasos, “es fácil, es automático”. Se me dio la orden
de tocar el freno cada una cierta cantidad de metros recorridos a la que me
acaté sin dudar. El resultado fue hacer una impecable marcha atrás girando
hacia la izquierda para dar una pequeña vuelta a la derecha y dejar el auto
apuntando a la tranquera. Quedé bloqueado por todo el fin de semana. No podía
creer que a mi pronto y corto curriculum de autos manejados sólo desde el volante
podía agregar volante, pedales y caja automática.
2007. Pasaron
exactamente diez años, estoy llegando al club manejando por mi cuenta y a media
cuadra, desde afuera, veo el que creo es el mismo Volvo que no había visto
desde esa noche del 97. Con la crisis de 2001 las ventas se tornaron escasas y la participación de la marca en el país se volvió prácticamente testimonial, por lo que se era cada vez más raro ver uno, tan solo me
había quedado grabada en la retina esa silueta cuadrada típica de los autos
suecos. Era la ex mujer del Topo, después de años de poquísimas visitas
intermitentes en autos de mierda, el Volvo 850 Turbo 1993 volvía a estar en el
mismo lugar que lo había visto por última y única vez. A media tarde junté valor,
timidez intacta de por medio, solo llegué a preguntarle si podía subirme para
verlo por dentro, a lo que me contestó dándome las llaves, que aprovechara y me
diera una vuelta. Ahí estaba: cuadrado, noventoso, alerón sobre la tapa del
baúl, un par de rayones, llantas, cuero marcado, el tablero de cinco agujas,
los colores en el cuentavueltas, la palanca en forma de T, la escala, los
botones esparcidos por el torpedo recto, el pedal ancho del freno, la llave, el
encendido, acelerador, más colores, el sonido, una vuelta, dos vueltas, tres
vueltas, cuatro vueltas. Volví a quedar bloqueado, esta vez por unos cuantos
días más. Le saqué varias fotos, 10 años me repetía, 10. Soy insoportable con
los datos que no sirven para nada.
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Imagen interior en 2012 |
2008. Un mes
después, volvió la ex mujer en el Volvo y me pidió que le revisara el tablero,
que había una flecha roja que no sabía qué significaba. Agarré el manual,
capítulo simbología del tablero, punto 7, flecha roja encendida: anomalías en
la caja de cambios. Tan buen auto que te avisaba que estaba por romperse antes
de hacerlo. Por el precio que costaba el arreglo, no era opción quedárselo. El
auto se vendió esta vez sí, para no volverlo a ver.
2014. Hasta este punto, el texto formaba parte de una anécdota que me pidieron que escribiera para una clase de teatro hace un par de semanas. Al terminar el párrafo anterior me puse a buscar
fotos del auto, porque hay un detalle que no me cierra, la insignia que decía
“turbo” atrás no se correspondía con el año del modelo. No tardé demasiado en
dar con una imagen que parecía corresponderse con todo lo que recordaba: era la
misma unidad que manejé en el 97 en venta en una publicación de 2012 en Tigre.
Llamé a mi viejo, le pedí el mail del Topo y le escribí para avisarle que había
encontrado su auto. Efectivamente era el mismo. Por suerte nunca se vendió
y se lo terminó regalando a un sobrino que actualmente lo tiene y cuida.
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Sobre el lado derecho: "Turbo 850 glt" |
El auto en venta 2012: http://tigre.zeebukargentina.com/se-vende-volvo-850-autonorte-argentina-viii-17983-vehiculos